La corbata es por excelencia una de las mejores herramientas para iniciar una conversación –sí, aunque no lo creas, estadísticamente es el accesorio que más cumplidos recibe y por lo tanto que más conversaciones empieza- y para destacar del resto. Ten en cuenta estos pasos básicos y conseguirás dominar el arte de usar corbata.
1. ¡Qué bonita corbata!
La corbata siempre es la primera en recibir todos los halagos pues es el punto de atención de cualquier look. Busca una corbata que se vea bonita por sí sola, que no sea demasiado cargada, con un estampado muy pesado (como las de caricaturas que salieron en los 90’s) o con colores que no sean muy armoniosos entre sí. Siempre opta por corbatas sencillas, incluso con texturas. Le darán personalidad a tu traje.
2. El largo sí importa
No importa lo alto que seas, la corbata siempre, SIEMPRE, debe llegar a la línea del cinturón. Ni más alta ni más baja.
3. Y el ancho también…
Apuesta por corbatas delgadas, no demasiado delgadas como las de 3cm pero lo suficiente para no parecer un congresista de los 80’s. Recomendamos corbatas delgadas de unos 6cm.
4. El nudo en la garganta
Olvida el Windsor, el medio Windsor o cualquier otro nudo que te hayan enseñado. Apuesta por uno sencillo, moderno, y que no sea demasiado llamativo para la corbata. El “cuatro-en-mano” es la mejor opción.
5. Básicos
Y finalmente, te damos 5 básicos sin los cuales no deberías seguir. Una corbata gris de lana, durante el invierno es necesario que la corbata adquiera más peso y presencia para que no contraste demasiado con los trajes. Una negra de color entero, en satinado, perfecta para cualquier ocasión, incluso para tu chaqueta de cuero favorita. Una corbata a puntos o polka-dots, lo último en clásicos de tendencia y necesaria para el toque moderno y arriesgado. Azul (noche), es la esencial para usarla con blazers y trajes grises, dará el acento de color necesario.